Aunque los seres vivos y, en este caso, los humanos seamos, el resultado de combinaciones genéticas heredadas a través de generaciones, no significa que la inteligencia se nos dé predeterminada.
El cerebro es un órgano extremadamente dinámico, que puede reaccionar positivamente a los estímulos del ambiente, produciendo esto beneficios a nivel de inteligencia. De ahí la importancia de que los niños se desarrollen en ambientes capaces de estimular las capacidades innatas.